Las Funciones Esenciales en Salud Pública (FESP) son el conjunto de actuaciones que deben ser realizadas con fines concretos, necesarios para la obtención del objetivo central, que es asimismo la finalidad de la salud pública, es decir, mejorar la salud de las poblaciones. La Organización Mundial de la Salud (OMS) identificó las funciones esenciales como las que previenen las epidemias y la propagación de las enfermedades, las que protegen a la población contra los riesgos ambientales, las que previenen las lesiones y las que promueven el comportamiento favorable a la salud y dan respuesta a los desastres.
Es responsabilidad del Estado hacer cumplir las FESP donde se percibe la salud pública como un proceso de intervención colectivo, "es una definición que va más allá de los servicios de salud no personales o de las intervenciones de carácter comunitario dirigidas a la población, e incluye también la responsabilidad de asegurar el acceso a los servicios y la calidad de la atención de la salud".
Las 11 funciones esenciales son: