Saltar la navegación

1. Generalidades de la metodología “Evaluación después de la acción”

Imagen Generalidades AAR

¿Qué es la Evaluación después de la acción?

La “Evaluación después de la acción” (After Action Review, AAR por sus siglas en inglés) es una metodología para reconocer lecciones aprendidas a partir de la reflexión crítica y sistemática sobre el desarrollo de una actividad o proceso para mejorar la comprensión sobre las causas posibles de su éxito o fracaso y con ello, generar recomendaciones o procesos de mejora. Esta técnica puede complementar otros métodos y sistemas de monitoreo y evaluación (3 – 5).

La AAR fue desarrollada por el ejército de los Estados Unidos como una herramienta para identificar y compartir lecciones críticas de los ejercicios de entrenamiento en los Centros Nacionales de Capacitación del ejército en EE UU (1970) y posteriormente difundida como práctica de evaluación en las Fuerzas Armadas. Ha sido adaptada para su aplicación en otros contextos y organizaciones y se reconoce como un método valioso de aprendizaje en el trabajo en diferentes tipos de organizaciones (3).

Esta metodología se desarrolla a partir de la discusión estructurada de la experiencia durante la planeación y ejecución de una actividad o proceso en función de las expectativas y los resultados logrados.

En el contexto de la evaluación de la respuesta ante brotes, epidemias y EISP, en los diferentes ámbitos y niveles de la respuesta, esta reflexión permitirá identificar los puntos fuertes o débiles en el proceso de la preparación, planeación y ejecución de la respuesta ante un evento de salud pública, identificar y documentar las mejores prácticas y los retos frente a la respuesta a EISP y con ello, identificar acciones a corto, mediano y largo plazos necesarias para fortalecer el proceso y contribuir a su mejora (6).

En términos generales la “Evaluación después de la acción” debe facilitar el proceso de medición del estado funcional de las capacidades básicas de preparación, planeación y ejecución de la respuesta ante un EISP, por lo que, en conjunto con los resultados de otras metodologías, genera evaluaciones más detalladas de las capacidades funcionales de las instituciones y organizaciones participantes de la  respuesta así como construir perfiles de riesgo o procesos prioritarios de intervención.  (6).