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Claves para recordar

Consulta cada una de las claves que se deben tener en cuenta:

La gestión del riesgo adecuada a los EISP, brotes y epidemias aborda cuatro fases: la identificación del riesgo, análisis y valoración del riesgo, la modificación del riesgo y la comunicación del riesgo. La preparación es un proceso transversal en el ciclo de mejoramiento continuo.

La preparación utiliza el acrónimo PREPARO el cual permite a las instituciones de la salud pública identificar y reconocer capacidades básicas territoriales y su gestión.

La gestión del riesgo en salud pública permite intervenir adecuadamente a nivel territorial los riesgos colectivos, minimizando el impacto de una emergencia en la salud poblacional.

La gestión del riesgo en salud pública debe estar armonizada e implantada en los procesos de calidad institucional y de gestión documental. Los procedimientos operativos, instructivos y formatos son los documentos que se deben generar.

El sistema de alerta temprana es el eje para la gestión  del  riesgo,  compuesto  por  procesos  para  la identificación, el análisis y valoración del riesgo. Su finalidad es la descripción detallada de la situación, la comprensión del riesgo y la estimación de su nivel, así como la facilitación de la toma de decisiones por niveles de respuesta.

La identificación del riesgo debe contemplar fuentes de información territorial, dinámicas poblacionales y comportamiento histórico.

Los procesos de análisis y evaluación deben contemplar variables de riesgo tales como categoría municipal, magnitud, extensión, capacidad de respuesta, entre otros, lo que permite la ponderación adecuada del riesgo.

La determinación de la respuesta correspondiente a la valoración del riesgo oscila entre el acompañamiento técnico hasta la implementación de un sistema de manejo de incidente o la integración en los mecanismos superiores de gestión del riesgo nacional o territorial.

Los ERI deben ser desplegados en acompañamiento a los niveles locales para la concurrencia en las actividades de investigación de campo, pueden estar conformados por profesionales de diferentes áreas y organizaciones. Estos equipos deben contar con la concurrencia de los procesos de apoyo institucional para que la intervención se desarrolle en los tiempos oportunos y de acuerdo con las consideraciones de  riesgo.

La implementación de estructuras de sistema de manejo de incidentes permite la articulación y armonización de objetivos de las áreas de la entidad territorial para la respuesta a emergencias complejas o con potencial capacidad de disrupción grave social, funcional, en una estructura organizacional común y con adecuada administración de los recursos.

Las fases de comunicación y evaluación son transversales, son realizadas no solo al final de los procedimientos sino de manera permanente a lo largo de la gestión del riesgo.