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Investigación de brote

Durante la investigación del brote, alerta o emergencia en salud pública, es importante que la intervención siga los pasos recomendados por el CDC para la investigación de brotes:

1. Preparar el trabajo de campo.

2. Establecer la existencia de un brote.

Un brote o una epidemia es la ocurrencia de más casos de enfermedad de lo esperado en un área determinada o entre un grupo específico de personas durante un período particular

3. Verificar el diagnóstico.

Garantiza que la enfermedad se ha identificado adecuadamente, ya que las medidas de control suelen ser específicas de la enfermedad. Además, permite descartar errores de laboratorio como base para el aumento de los casos notificados.

4. Construir una definición operativa de caso.

Una definición de caso es un conjunto de criterios para decidir si un individuo debe clasificarse con la enfermedad en estudio. Una definición de caso incluye criterios clínicos y epidemiológicos, y particularmente en el contexto de una investigación de brote, restricciones por tiempo, lugar y persona.

5. Detectar casos sistemáticamente y registrar la información.

Es la búsqueda de casos adicionales de la enfermedad en estudio, que no son captados por las instituciones de salud, lo que determina la verdadera extensión geográfica del problema y las poblaciones afectadas por él. Los casos se registran en formatos estandarizados en los cuales se recopila información social y demográfica, clínica, factores de riesgo y la fuente de información.

6. Realizar epidemiología descriptiva.

Es la caracterización del brote en las variables tiempo (curva epidémica), lugar (extensión geográfica, mapa residencial, mapa laboral, georreferenciación) y la persona (edad, condición étnica, sexo, estado de salud, ocupación, actividades de ocio, uso de
medicamentos, cigarrillo, drogas, etc)

7. Establecer hipótesis

En un contexto de brote, las hipótesis se generan de diversas maneras, se pude empezar por aquello que se conoce de la enfermedad: ¿cuál es el reservorio habitual del agente?, ¿cómo se transmite habitualmente?, ¿qué vehículos están comúnmente implicados? y ¿cuáles son los factores de riesgo conocidos? 

La epidemiología descriptiva puede proporcionar pistas útiles que pueden convertirse en hipótesis, por ejemplo, si la curva epidémica apunta a un período estrecho de exposición, ¿qué eventos ocurrieron alrededor de ese momento?, ¿por qué
las personas residentes en un área en particular tienen la tasa de ataque más alta? y ¿por qué algunos grupos con características particulares de edad, sexo u ocupación, tienen un mayor riesgo que otros grupos? Toda hipótesis debe ser probada por técnicas analíticas apropiadas.

8. Evaluar hipótesis epidemiológicamente.

Las hipótesis en una investigación de campo se evalúan utilizando una combinación de evidencia ambiental, de laboratorio y epidemiología. La característica clave de la epidemiología analítica es un grupo de comparación. El grupo de comparación permite a los epidemiólogos comparar el patrón observado entre pacientes o un grupo de personas expuestas con el patrón esperado entre personas no enfermas o no expuestas (según el enfoque como casos y controles, o cohortes)

9. Reconsiderar, refinar y reevaluar las hipótesis cuando sea necesario

Cuando la epidemiología analítica no sea reveladora, reconsidere sus hipótesis. Considerar una reunión con los casos
para identificar vínculos o visitar sus hogares. 

Considerar nuevos factores de riesgo, fuentes o modos de transmisión.

10. Comparar y correlacionar con estudios de laboratorio y/o ambientales.

La epidemiología puede implicar fuentes y guiar la acción apropiada de salud pública; sin embargo, la evidencia de laboratorio permite confirmar la etiología del brote

11. Implementar medidas de control y prevención

En las investigaciones de brotes, el objetivo principal es el control del brote y la prevención de casos adicionales. Las actividades de control y prevención deben llevarse a cabo lo antes posible.

La primera responsabilidad del respondiente es proteger la salud pública, por lo que, si se conocen y están disponibles las medidas de control adecuadas, deben iniciarse incluso antes de que se inicie una investigación epidemiológica. En general, las medidas de control suelen dirigirse contra uno o más segmentos de la cadena de transmisión (agente, fuente, modo de transmisión, portal de entrada)

12. Iniciar o mantener la vigilancia.

Una vez que se han implementado las medidas de control y prevención, deben continuar siendo monitoreadas.

Si la vigilancia no ha sido continua, se puede iniciar una vigilancia activa, esto permite la identificación de nuevos casos y determinar si el brote está controlado o no.

13. Comunicar los hallazgos

Resumir la investigación, sus hallazgos y sus resultados en un informe, y comunicar este informe de manera efectiva